Las técnicas de orientación en la naturaleza son un recurso fundamental que toda persona que se adentre en una zona natural debería conocer. Los imprescindibles: mapa y brújula, aunque a veces se ven desplazados por el GPS, que resulta un complemento magnífico en situaciones sin visibilidad. Pero antes del aprendizaje de estas técnicas más «avanzadas» existen una serie de hábitos que podemos adquirir para mantenernos orientados en la naturaleza. Son procedimientos sencillos que se pueden trabajar desde la infancia. Los hemos denominado «Métodos de Orientación Lógica». A continuación os los presentamos:
ACTIVA TU SENTIDO ARÁCNIDO, NO SIGAS PERDIÉNDOTE:
Lo peor que puedes hacer cuando estés perdido/a es no reconocerlo y continuar adentrándote en lo desconocido. Debemos practicar este ejercicio de humildad, asumir que nos hemos equivocado y comenzar a reflexionar sobre como poner solución a esta situación. En supervivencia existen multitud de acrónimos que hacen referencia al protocolo a seguir en caso de emergencia: AWA (ESDM, 1990), SUPERVIVA (Martínez Izquierdo, 2006), STOP (Zawalsky, 2017), etc. Aunque existen matices entre ellos, todos coinciden en lo mismo, para no agravar la emergencia, debemos aceptar la situación y reflexionar sobre la forma de afrontarla antes de actuar. No siempre nos desorientamos por incompetencia, también se nos pueden presentar situaciones meteorológicas cambiantes, como por ejemplo un banco de niebla que nos rodea y nos deja sin referencias, un «Whiteout» en zonas nevadas, tormenta de arena, etc.

¡Estamos dando un rodeo!
LEVANTA LA CABEZA Y OBSERVA:
Por las zonas concurridas de montaña comienza a proliferar una variación genética del ser humano: el «Homo encorvatus«. Se les puede reconocer a simple vista porque su cara esta orientada hacia el suelo, frecuentemente sujetando un teléfono móvil o buscando setas en otoño, es posible que no te saluden porque ni siquiera te vean al pasar por su lado. Bromas aparte, es interesante desarrollar una visión panorámica e ir fijándose en detalles del recorrido por el que pasamos. Quizás nos llamo la atención un árbol que se parecía a nuestro suegro, o un poza en el río apetecible para bañarnos, o cualquier otro punto de referencia que nos pueda hacer reorientarnos en nuestro camino de retorno.

¿Aquello será la Giralda?
MIRA DE VEZ EN CUANDO HACIA ATRÁS:
En la misma línea del punto anterior es conveniente hacer un alto en el camino para observarlo en sentido contario. La perspectiva y el paisaje cambia radicalmente dependiendo de en que dirección caminemos. Así nos resultará más familiar si tenemos que volver invirtiendo nuestro recorrido. Ya lo dijo Antonio Machado:
«Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.»
Aunque en esta ocasión buscamos justo lo contrario, encontrar la senda que deberemos volver a pisar para llegar a casa.

¿Machado se inspiraría en este GIF?
ENCUENTRA BARANDILLAS NATURALES:
La barandilla es un concepto utilizado en orientación y viene a referirse a un accidente geográfico que nos conduce a un punto deseado si lo seguimos. Estas barandillas pueden ser valles, barrancos, ríos, lagos, curvas de nivel, cordales, etc; o incluso carreteras y caminos. Para poder seguir una barandilla es crucial conocer hacia donde y por donde nos lleva y para ello es imprescindible tener alguna información cartográfica. Pero si no disponemos de ello, siempre podemos tener en cuenta si en nuestro recorrido existe alguna referencia continua y por donde debería quedar si estamos siguiendo el recorrido adecuado. Por ejemplo ¿Deberías ir escuchando el río discurrir siempre por el mismo lado? ¿Hay alguna carretera cercana por la que pasan coches? ¿El descenso del valle debería ser por determinada ladera?.

Algunas barandillas no son muy fiables
CALCULA LAS DISTANCIAS Y PENDIENTES:
Existen multitud de métodos de cálculo de distancia, que van desde la medición previa de la distancia de cada paso hasta cálculos trigonométricos utilizando referencias conocidas. Para concretar y como dato de referencia, podemos estimar que una persona sana y en forma camina unos 3-5 km a la hora, esto es 1 km cada 12-20 minutos. Dependiendo de la carga, fatiga o inclinación de la pendiente estas cifras pueden variar.
Durante la planificación de la ruta debemos tener claro el tiempo que prevemos invertir, para, en caso de extravío, contemplar la distancia y tiempo máximo a la que debería estar nuestra salvación. Como nos explican en la web de Montaña Segura para calcular el tiempo a invertir en cubrir una distancia deberemos hacer dos cálculos:
- La distancia a recorrer («Tiempo Horizontal»). Según el firme del recorrido:
- Carreteras y pistas (5 km/h)
- Caminos de herradura (4 km/h)
- Malas sendas, canchales y cauces de ríos (3 km/h)
- EL desnivel a superar («Tiempo Vertical»). Según ascenso/descenso
- Se asciende unos 400 m/h
- Se desciende unos 600 m/h
Una vez calculados los dos tiempos (horizontal y vertical) escogeremos el horario mayor y le sumaremos la mitad del inferior.

Si salgo de casa un domingo de invierno las 9:00 de la mañana hacia Navacerrada, llegaré…..¡NUNCA!
LOS RÍOS, EL CAMINO A LA CIVILIZACIÓN:
El agua es un elemento indispensable para la vida. Es por ello por lo que el ser humano siempre a erigido sus poblaciones en torno a cursos de agua dulce. Por ello, una de las estrategias más inteligentes para llegar a la civilización es seguir un curso de agua dulce. ¿Hacia arriba o hacia abajo? Pues por lo general descendiendo, aunque si el curso de agua arrastra evidencias de vida humana (basura) puede ser interesante ascenderlo.

Si es posible, seguid el río por la orilla
INDICIOS NATURALES:
La naturaleza sigue unos patrones recurrentes de acuerdo a algunas constantes fijas, como es el caso del movimiento de rotación y traslación alrededor del sol. Por ello, dependiendo de nuestro hemisferio y latitud, podemos tener en cuenta una serie de indicios naturales que nos aportarán información adicional de nuestra ubicación en el espacio. Estos indicios no debemos tomarlos como una verdad absoluta y cuantos más acumulemos más fiable será nuestra predicción. Algunos de los indicios más comunes para el hemisferio norte son:
- La nieve acumulada suele derretirse más tarde en primavera y verano en las laderas de umbría orientadas hacia e norte.También suele estar más transformada en «papa» en la solana (o sur) y más congelada en la norte durante el invierno.
- El musgo tiende a crecer con más exuberancia en la zona norte de los árboles y rocas, donde mantiene mejor su humedad gracias a la sombra constante
- Las bandadas de pájaros suelen migrar al sur durante el otoño-invierno y al norte durante la primavera-verano. No obstante el cambio climático favorece que últimamente los únicos viajes que hacen algunas de estas aves sean de ida y vuelta diaria a los vertederos municipales.
- Cuando analizamos la sección transversal del tronco de un árbol observamos que los anillos de crecimiento no son simétricos y tienden a separarse más hacia la zona sur y apretarse en la norte.
- En zonas en la que conocemos cual es el viento dominante podemos utilizarlo de referencia o en su ausencia observar los surcos o cencelladas que a provocado en la nieve o arena.
- Los animales tienden a construir sus guaridas con la entrada orientada hacia el sur, al igual que los insectos ocultos bajo la corteza de los árboles.

Yo me oriento sin este cachivache
OTRAS SEÑALES HUMANAS:
El ser humano, como animales que somos, no puede escapar a ser influido por su relación con el Sol, bien sea por razones de aprovechamiento de la insolación o por motivos religiosos-culturales, erigimos infraestructuras con una orientación constante o que podemos aprovechar como barandilla de navegación. Algunas de ellas son:
- Las iglesias cristianas se erigen con la entrada principal en el oeste y el altar mayor en el este. Al igual que las tumbas cristianas se orientan con la cabeza del difunto hacia el oeste.
- Siguiendo un tendido eléctrico, telefónico o canalización de agua podremos llegar a un núcleo urbano.
- Tristemente, la basura está ligada al género homo, y cuanta acumulación encontremos más probable es encontrar personas cerca.
- En la mayoría de las ciudades europeas puedes saber si te acercas al centro de la población o te alejas fijándote en la numeración de los portales. Aumentan los números cuanto más lejos nos encontremos del centro. Existen varios sistemas de numeración en función del país. Si te interesa el tema puedes ampliar información en este Blog.

Coscorrón hacia el este