DEFINICIÓN DE SUPERVIVENCIA:
Nos encontramos ante un término polisémico que, según la Real Academia de la Lengua Española, se define supervivencia como “acción y efecto de sobrevivir”, entendiéndose sobrevivir como “vivir después de un determinado suceso” y “vivir con escasos medios o en condiciones adversas” (Real Academia Española, 2020). Si atendemos a los diversos autores especialistas en la materia, podemos encontrar definiciones diversas:
- Nehberg: “Trucos para sacar el mayor provecho posible de situaciones de emergencia poco comunes” (1984. p. 12).
- Brown: “Es más que permanecer vivo cuando uno está perdido, atrapado o lesionado; supervivencia es una filosofía en sí misma” (Brown Jr. & Brown, 1989. p. 100).
- En el ámbito militar, el ejército de tierra de España, define la supervivencia de un combatiente como aquella situación en la que se ve obligado a subsistir con los recursos que proporciona el terreno, manteniendo las condiciones físicas y psíquicas que les den la posibilidad de seguir viviendo y combatiendo (Estado Mayor del ejército, 1992).
- Domingo y Navarrete: “El arte que enseña a los individuos a sobrevivir en situaciones extremas o ante cualquier necesidad especial”, así como el conocimiento de los principios básicos de la vida al aire libre que lo preparan para lo inesperado (Domingo y Navarrete citados en Martinez et al, 2013).
- García Zurro: “Deporte de aventura con múltiples facetas, ya que requiere conocimientos de técnicas de variadas disciplinas (orientación, escalada, etc) y del medio (botánica, meteorología, etc) que nos permitan desenvolvernos en la naturaleza, reconocer y aprovechar sus recursos y evitar sus peligros” (2013. p. 6)
- Wiseman: El arte de mantenerse con vida (2014).
- Zawalsky: “El arte de la mínima inversión con el máximo retorno” (2017. p. 12).
- Barrallo considera que una situación de supervivencia comienza desde el momento en que debemos detener nuestra actividad por una causa fortuita y nos vemos obligados a permanecer un tiempo indeterminado en la naturaleza viviendo con los recursos que portemos o consigamos del medio (2019).
Posiblemente hayas encontrado que se utilizan términos como sinónimo de supervivencia: Bushcraft, autosuficiencia, habilidades de permanencia en la naturaleza, técnicas de vida primitivas, preparacionismo, etc. Aunque cada uno tiene su acepción particular, no está de más que nos vayan sonando para poder centrarnos en el tema.
TIPOS DE SUPERVIVENCIA:
La clasificación que a continuación se propone no pretende sentar cátedra, muchos de los enfoques de la supervivencia se nutren unos de otros y confluyen en muchos planteamientos y técnicas. Tanto es así, que a efectos de comprenderlas, es mucho más sencillo compararlas basándonos en sus diferencias.
SUPERVIVENCIA REAL ≠ SIMULADA:
Parece impensable imaginar que en esta sociedad «moderna» de la que nos sentimos tan orgullosxs se nos pueda presentar una situación en la que nuestra vida pueda sentirse amenazada. Pensamos que solo pudiera suceder en lugares remotos o realizando actividades «extremas». ¿Es así verdad?, ¿os suena esta noticia?: «Miles de personas soportan hasta 18 horas atrapadas en la AP-6». Pues bien, ni más ni menos, esto es un caso de Supervivencia Real, Es una situación no voluntaria que amenaza la homeostasis de nuestros sistemas vitales. Para ello no nos hemos preparado con anterioridad ni técnica, ni logística, ni psicológica, ni fisiológicamente. Estas situaciones no cuentan con un plan de contingencia preparado para abortar la actividad y volver a un ambiente seguro, por lo que la integridad de los implicados suele verse comprometida. Este tipo de supervivencia suele darse ante situaciones de emergencia provocadas por conflictos bélicos, catástrofes o accidentes en zonas remotas.. La diferencia con una Supervivencia Simulada, es que esta última se prepara con antelación: entrenamos, practicamos las técnicas, elegimos el material, nos concienciamos, elaboramos un plan de emergencias, etc y se decide cuando iniciarla y cuando terminarla, en base a la seguridad y/o consecución de los objetivos previstos.

Supervivencia real: Atasco en autopista nevada ©horrapics
BUSHCRAFT
Bushcraft es un término utilizado para las habilidades en el medio natural y es la práctica de sobrevivir y prosperar en estos entornos (Canterbury, 2014). El objetivo es poder subsistir de manera confortable en la naturaleza, persiguiendo la autosuficiencia a largo plazo. Para ello el bushcraft se nutre de habilidades tanto primitivas como modernas entre las que destacan el uso del fuego, orientación, rastreo de fauna, trampeo, construcción de refugios y uso de herramientas entre otras. Se puede encontrar también definido como “supervivencia de larga duración” o “autosuficiencia en el medio natural” (Lundin, 2005). Para Smith y Goring (2012), como representan en la figura adjunta, el bushcraft se nutre de tres fuentes diferentes de conocimientos: Técnicas primitivas, indígenas y de la edad de piedra: se utilizan materiales y fibras naturales, se obtiene fuego por fricción Reconstrucciones de la acampada clásica: se intenta emular la forma de vivir en la naturaleza de ciertos periodos históricos, por ejemplo, la expansión de los europeos pioneros por el continente norteamericano. Se utilizan materiales para los refugios como la lona (canvas) y se obtiene fuego mediante pedernal y acero. Supervivencia moderna, acampada moderna y expediciones: se utilizan materiales derivados del plástico (nylon) y se obtiene fuego mediante mechero, cerillas o barra de ferrocerio.

Adaptado de Smith y Goring, 2012
SUPERVIVENCIA PRIMITIVA:
También conocido llanamente como tecnología primitiva. Bajo este enfoque se persigue investigar y practicar cómo se puede sobrevivir sin la ninguna de las ayudas que nos prestan la innovación y la tecnología moderna. Es una vertiente ampliamente difundida a través de plataformas de vídeo digital (BBC News Mundo, 2018). Este tipo de prácticas beben directamente de una disciplina científica denominada arqueología experimental en su vertiente divulgativa. Esta vertiente, a diferencia de la científica, está dirigida a un público no especializado de diversas edades (Ramos, 2007). Su objetivo es la divulgación, de una manera didáctica y amena, de un determinado periodo histórico. Partiendo de una hipótesis concreta, se intenta reproducir el proceso de construcción de diferentes artefactos con los medios presentes en el periodo cronológico del que datan. Hoy en día la gran mayoría de museos y centros de interpretación cuentan con talleres abiertos y reproducciones de viviendas, modelos de producción de alimentos y objetos de la vida cotidiana que tratan de hacer más comprensible dicho periodo histórico para el público en general (Carreton, 2019). Es común encontrar en el calendario de cursos de escuelas de supervivencia talleres monográficos dedicados a este tipo de técnicas, pues conocimientos como etnobotánica, fuego por fricción, talla lítica, fabricación de utensilios, etc. pueden ampliar el bagaje de recursos de cualquier otra vertiente de la supervivencia.

Recreación de cabaña de cazadores recolectores en «Paleolítico Vivo«
PREPARACIONISMO
Se trata de la anticipación y el entrenamiento que buscan aumentar las posibilidades de supervivencia ante un desastre natural o colapso del sistema económico y social tal cual lo conocemos hoy en día. Autores como Lundin (2007) conciben este enfoque como una autosuficiencia urbana o en las afueras para mantener satisfechas las necesidades de una familia en su propio hogar ante una amenaza más o menos previsible o probable. Esta vertiente toma conocimientos y técnicas de todas las demás pero hace énfasis en: Identificar las verdaderas necesidades del ser humano para sobrevivir a corto y largo plazo durante una emergencia. Hacer acopio de provisiones y recursos en el propio hogar y cómo reabastecerlos durante la emergencia. Cómo improvisar recursos para aumentar la autosuficiencia de la familia durante el tiempo de amenaza. Para Lundin (2007), los puntos a tener en cuenta al prepararnos para una emergencia son:
Preparación psicológica:
- Adoptar un estilo de vida autosuficiente.
- Trabajar nuestra autoconciencia: limitaciones y fortalezas.
- Entender cómo reaccionamos ante el estrés y el miedo.
- Construir una red de colaboración familiar o de cercanía.
- Definir las prioridades de la supervivencia urbana.
- Elaborar un plan de reagrupación familiar o evasión a una localización alternativa.
Preparación logística:
- Aplicar los primeros auxilios y prevenir enfermedades.
- Construir o reconstruir el refugio para mejorar la termorregulación.
- Definir cantidad y tiempo necesario para las provisiones.
- Procurar un suministro seguro y suficiente de agua.
- Proveer y almacenar suficientes alimentos.
- Poder cocinar los alimentos almacenados.
- Mantener las condiciones higiénicas mínimas.
- Mantener el suministro eléctrico de forma autónoma.
- Autodefensa del hogar:
- Establecer un sistema de comunicaciones.
- Decidir si trasladarse a otro refugio o quedarse en el mismo.
Este enfoque de la supervivencia ha sido ampliamente tratado en los medios de comunicación a través de películas postapocalípticas en las que se nos muestra un posible futuro después de una catástrofe mundial u otras dedicadas a esta vertiente concretamente como “El declive” (Laliberté, 2020). Al margen de ficción y marketing cinematográfico, existen visiones realistas y lógicas de cómo prepararse para afrontar una catástrofe o colapso del sistema. Incluso, desde organismos oficiales como Protección Civil o el Ayuntamiento de Madrid, se dan recomendaciones concretas de cómo preparar una mochila de evasión (Ayuntamiento de Madrid, 2018; Generalitat de Catalunya, 2017).

Bolsa de evasión preparacionista (Bug out bag )©Earthworm
MILITAR ≠ CIVIL:
Por definición y por la naturaleza de un conflicto bélico, las características de una situación de supervivencia en un contexto militar difieren e incluso son contraproducentes para que un civil en un tiempo de paz los aplique en caso de emergencia. Vamos a analizarlo:
- En un contexto pacífico, no hay enemigos, no vamos a tener que ocultarnos de nadie, es más ¡Necesitamos que nos localicen!. Por ello, quedan descartados todos los estampados de camuflaje, ¡Que viva el color naranja chillón!.
- Como no hay enemigos, no vamos a tener que hacer pupa a nadie, ni defendernos de ninguna persona (En España, tampoco animales), que quieran lastimarnos. Por lo tanto, las armas, trampas humanas y técnicas de defensa personal no tienen sentido bajo este enfoque.
- Los movimientos por el medio en un contexto militar se realizan de manera sigilosa y en momentos en los que se pase más desapercibido. En una situación de supervivencia común se realizan en base a otros criterios: momento más amable del día/noche, zonas donde nos puedan localizar con mayor facilidad o simplemente no ser un objetivo móvil y permanecer estacionarios.
MEDIÁTICA ≠ CONSTATADA:
Ante vosotrxs tenéis, lo que bajo mi juicio es la dicotomía que ha hecho más daño a esta actividad. Imaginemos una reunión de señores poderosos (¡abajo el techo de cristal!) del sector audiovisual que tienen que decidir qué contenidos incluir en su parrilla televisiva. Su objetivo, claramente es atraer telezombies, perdón, telespectadorxs para poder convencer a otros peces gordos del marketing de que al lado de ese programa su campaña publicitaria va ser más productiva. Al otro lado de la puerta de un metro de altura (facilitando entrar de rodillas), se encuentran dos personas:
- El brigadier Oso Machete (nombre ficticio): Nacido en las faldas de monte Orodruin, criado por nativos de Oompaloompalandia y formado durante 85 años por las brigadas de la muerte del ejercito espeleoparacaidistas de Timor Oriental. Su proyecto es grabar un programa a lo Juan Palomo, en pelotas (pixelado, no se me escandalicen), donde permanecerá en solitario un total de 80 días poniendo constantemente su vida en peligro con acciones como: saltar a un río desconocido haciendo un mortal hacia atrás, meter la mano en un panal de abejas sin saber si eres alérgico, utilizar cualquier filo cortante como si fuese un juguete, colgarme de todos los proyectos de cuerda que pueda imaginar, exponerse a hipo e hipertermias voluntariamente, tontear con animales potencialmente mortales y comerse todas las guarrindongadas inimaginables enseñándonos hasta las muelas del juicio para que comprobemos lo bien que sabe masticas. De estas no me he inventado ninguna. Nota: en este momento de la exposición, los directivos de la cadena están como ciervos durante la berrea.
- Nadia Mir Díaz: Mujer de mediana edad, madre, Grado en CC. AF y D., Máster de educación, Máster de investigación, cursando su doctorado relacionado con la supervivencia en el contexto de las actividades en el medio natural. Desde niña ha tenido una estrecha relación con la naturaleza y tras su reciente maternidad ha decidido tratar de hacer llegar los contenidos de supervivencia a los practicantes de actividades en la naturaleza. Plantea hacerlo enseñando técnicas que aunque no son las más espectaculares, son de probada eficacia y se apoyan en la evidencia científica. Nota: antes de terminar su presentación ya estaba saliendo por donde entró.
¿Quién pensáis que consigue el programa de televisión?. Llegados a este punto, creo que la explicación de la diferencia ente ambos enfoques sobra. Para darle un toque de humor a este apartado, permitidme que comparta con vosotros un anuncio protagonizado por un buen experto en supervivencia, Dave Canterbury, con una polémica participación en el programa televisivo «Dual of survival» donde bromea acerca e los tópicos televisivos en torno a la supervivencia.
SUPERVIVENCIA DEPORTIVA
Aunque en España es el término más extendido para esta vertiente, en países de habla inglesa este se suele definir como supervivencia moderna en exteriores (Modern Outdoor Survival) (Lundin, 2005), mientras que en los de habla hispana se utiliza el término de deportiva (Barrallo, 2019). En cualquier caso, se considera “una actividad que permite desenvolverse en cualquier medio natural con autonomía, con las limitaciones que imponen la conservación de la naturaleza, el sentido común y la propia naturaleza” (Barrallo, 2019 p. 29). “Se basa en simular situaciones o aplicar técnicas para solucionar problemas, en actividades en el medio natural, pero sin que realmente peligre nuestra salud o vida (Barrallo, 2019. p. 29). En este tipo de prácticas el punto de partida es más ventajoso que en una situación real, ya que la simulación se provoca voluntariamente, por lo que se tiene una idea previa de a qué hay que enfrentarse. También se parte de una actitud psicológica positiva al no derivarse de ninguna desgracia. Se tienen cubiertas nuestras necesidades básicas con recursos que se han previsto (emergencias, comida, bebida, abrigo, etc), se ha elegido la privación de las mismas para ponerse a prueba. Por último, aunque se contempla la suspensión de la actividad en cualquier momento si la integridad de los participantes se viera comprometida seriamente. Cuando se consulta la bibliografía relacionada con la supervivencia, sobre todo la escrita en nuestro país desde los años ’80, los autores se refieren a la supervivencia moderna civil con un objetivo de mero disfrute o instructivo como supervivencia deportiva. Yo mismo, he pertenecido a una escuela de supervivencia deportiva, y quizás por mi formación en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte siempre me he planteado que el término es técnicamente incorrecto. Si solo atendemos a la segunda definición de deporte de la RAE: «Recreación pasatiempo, placer, diversión, ejercicio físico, por lo común al aire libre» podríamos aceptar pulpo como animal de compañía. Si profundizamos un poco veremos que para , aunque existen autores que pudieran compartir la acepción de «supervivencia deportiva» (Sanchez Bañuelos), la mayoría de los autores coinciden en que para que una actividad sea considerada deportiva como tal debería cumplir ciertos requisitos (+ INFO)
- Que suponga una actividad física.
- Que se ejerza como juego o competición.
- Que este sujeto a una normativa compartida por todos los participantes.
- Que este institucionalizado.
Por ello, desde mi humilde posición de divulgador, propongo referirnos a la supervivencia planteada sin fines de competición deportiva, como supervivencia recreativa o educativa:
- Supervivencia recreativa: cuando la práctica de la supervivencia es una finalidad en sí misma, bien sea por mero de disfrute de la actividad o del medio desde un enfoque catártico o de evasión de la rutina habitual.
- Supervivencia educativa: cuando la supervivencia pasa de ser un fin a ser un medio para desarrollar en el alumnado capacidades y estrategias que nos permitan evitar y hacer frente a situaciones de emergencia o trabajar transversalmente otro tipo de conceptos, procedimientos y actitudes. Para que exista una acción educativa es imperativo que la planificación (docentes, objetivos, contenidos, espacios, recursos, metodología, temporalización y evaluación…) estén supeditados a la propia actividad en sí. Hago hincapié en ello, porque es muy común encontrar una misma actividad de supervivencia diseñada en primera instancia y aplicada con objetivos muy diversos (prevención de accidentes, cohesión grupal, educación en valores…) tan solo con algunas ligeras modificaciones, como si añadir azúcar o azafrán al arroz lo convirtiese en arroz con leche o paella. No obstante, y puesto que esta propuesta de enfoque pone título a nuestra web, merece la pena que le dediquemos, al menos una entrada para desarrollarlo.

Juego de búsqueda de víctima con silbato (Curso para la escuela de animación de la CAM)
Espero haber arrojado un poco de luz sobre el tema, sobre todo para aquellas personas que andasen más perdidos que un pulpo en un garaje con estos temas de la supervivencia. Más adelante profundizaremos sobre el concepto de Supervivencia Educativa y cómo poder llevar a la práctica con los más peques. Pero de momento tendrá que esperar.